Nutrición


Nuestro clima influye en la alimentación que tenemos, con el frío nos apetecen las comidas calientes, que son más ricas en hidratos de carbono.
En el invierno comemos las legumbres, garbanzos, lentejas, alubias en potajes que se condimentan con grasas saturadas, lo que aporta mucha energía. En nuestra forma de vida sedentaria no gastamos esas calorías, que aumentamos con muchos productos de bollería y bebidas azucaradas para las meriendas.

actitud de vida ban

10 Situaciones para detectar posible riesgo nutricional:
1. Polimedicación (más de 5 fármacos).
2. Manifestación habitual de pérdida de apetito.
3. Evidente pérdida de peso.
4. Detección de deterioro físico o funcional en personas que viven solas.
5. Personas con ictus, Alzheimer, Parkinson y con dificultad para tragar.
6. Compra de productos de alimentación infantil sin tener nietos.
7. Compra habitual de productos para la sequedad bucal.
8. Post-operados y convalecientes de enfermedades infecciosas.
9. Compra habitual de productos para la fijación de prótesis dentales.
10. En personas mayores encamadas cuyos cuidadores acuden a su farmacia.
Los nutricionistas aconsejamos que se haga una dieta variada y enseñamos a elegir los alimentos en las cantidades necesarias según la valoración y evaluación nutricional personalizada.
Si necesitas perder esos kilitos que has subido en el invierno, pide cita.